
Lo que comenzó como una herramienta para fomentar la actividad física se ha convertido en una fuente de ansiedad para muchos. Usuarios relatan cómo el Apple Watch terminó controlando su día a día, hasta que decidieron dejarlo atrás.
El dilema de la motivación y la presión

Los relojes inteligentes han sido diseñados para mejorar nuestra calidad de vida, especialmente en lo relacionado con la actividad física. En el caso del Apple Watch, su sistema de anillos de actividad anima a los usuarios a moverse, hacer ejercicio y evitar el sedentarismo. Sin embargo, lo que parecía un incentivo saludable se ha convertido en una fuente de presión para algunos.
Nicole, una usuaria que compartió su experiencia con Fortune, cuenta que llegó a un punto en el que, si no completaba sus anillos al final del día, caminaba de un lado a otro en su casa hasta alcanzarlos. “Me di cuenta de que esto no era saludable. Se convirtió en una obsesión. No entrenaba para disfrutar, sino para cumplir con lo que el reloj marcaba”, confesó.
No es un caso aislado. En redes sociales como Reddit y TikTok, cada vez más personas relatan cómo dejaron de disfrutar del ejercicio debido a la presión de completar sus objetivos diarios.
Un problema que afecta a varios dispositivos
El Apple Watch no es el único dispositivo bajo la lupa. Otros monitores de actividad, como el Oura Ring y el Whoop, también han sido señalados por generar ansiedad en sus usuarios. Sin embargo, el reloj de Apple, por ser el más popular, es el que ha recibido más críticas.
Algunos usuarios han optado por reemplazarlo por aplicaciones como Gentler Streak, que ofrece un enfoque más flexible del ejercicio, dando importancia tanto a la actividad como al descanso. “Después de cinco años centrado en cerrar los anillos, decidí que ya no me importa. Ahora disfruto de una visión más equilibrada del ejercicio”, comentó un usuario en Reddit.
Otro usuario relató cómo deshacerse del Apple Watch fue un “cambio de juego” para su bienestar mental. “No más estrés por el monitoreo constante, no más notificaciones de que mis amigos completaron entrenamientos y sentirme mal por no haberlo hecho yo. Me siento libre. Disfruto del ejercicio sin presión y me ha hecho más saludable y feliz”.
La otra cara de la moneda: defensores del Apple Watch
No todos comparten esta visión. Muchos usuarios defienden el sistema de anillos como una herramienta útil para mantenerse activos. “Los anillos son una referencia, no un objetivo inquebrantable. Tú controlas los anillos; los anillos no deberían controlarte”, argumentó un usuario en respuesta a las críticas.
¿Cuándo deja de ser saludable el seguimiento de la salud?
El debate ha llegado al ámbito científico. Un estudio publicado en Science Direct en 2023 encontró que el uso de dispositivos de seguimiento de calorías y actividad física puede estar relacionado con características propias de los trastornos alimentarios.
Además, los participantes de la investigación cuyos relojes registraban un bajo número de pasos mostraban menor autoestima, mayor presión arterial y frecuencia cardíaca elevada. También tendían a comer de manera menos saludable en comparación con quienes no veían estos datos manipulados.
Los expertos advierten que, aunque estos dispositivos pueden ser herramientas útiles, en algunas personas pueden fomentar una relación poco saludable con el ejercicio y la alimentación, especialmente en aquellos con antecedentes de ansiedad o perfeccionismo.
El desafío está en encontrar el equilibrio entre aprovechar la tecnología para mejorar la salud sin permitir que se convierta en una fuente de estrés.
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