
Los últimos movimientos de Bitcoin y Ethereum en los mercados han despertado expectativas sobre su rendimiento futuro. Analistas destacan razones que podrían justificar un incremento significativo en el próximo año.
Bitcoin y Ethereum, las dos criptomonedas líderes, han mostrado dinámicas contrastantes hacia el cierre de 2024. Mientras Bitcoin enfrenta fluctuaciones pero acumula un interés institucional creciente, Ethereum sigue consolidando su posición, aunque con un desempeño más moderado. A continuación, analizamos sus perspectivas a corto y mediano plazo.

Bitcoin: ¿camino hacia nuevas alturas?
Tras varios días de volatilidad, los fondos cotizados (ETF) de Bitcoin registraron entradas netas significativas después de Navidad, atrayendo u$s475 millones en un solo día. Este giro representa una señal de confianza en el activo por parte de los inversores, especialmente en un contexto donde el precio se encuentra en torno a los u$s95.550.
Factores clave para su posible ascenso:
- Interés institucional: Según datos on-chain, las instituciones han mostrado un renovado interés en BTC, acumulando grandes volúmenes hacia el cierre de año.
- Historial positivo en diciembre: Analistas como Enrique Nievas recuerdan que diciembre suele ser un mes de rendimientos positivos para Bitcoin, con subas históricas que han alcanzado hasta un 25%.
- Predicción de seis cifras: Rodrigo Mansilla, experto en criptomonedas, asegura que el comportamiento actual del mercado podría anticipar un regreso de Bitcoin a valores superiores a los u$s100.000 en 2025, siguiendo patrones observados en años previos.

Ethereum: ¿un repunte silencioso?
Aunque Ethereum no ha alcanzado un nuevo máximo histórico recientemente, los ETF de Ether mantuvieron una tendencia positiva, acumulando u$s302 millones en entradas netas en los días previos al cierre del año. El precio actual ronda los u$s3.400, y la meta de los u$s4.000 parece cada vez más alcanzable.
Factores que respaldan su crecimiento:
- Interés sostenido en ETFs: Los fondos de Ethereum han demostrado estabilidad, liderados por grandes administradoras como Fidelity, que captaron u$s83 millones en un solo día.
- Estabilidad en Asia: En China, las stablecoins vinculadas al dólar se mantienen en paridad, lo que refleja confianza de los inversores en el mercado cripto de la región.
- Perspectiva neutral-alcista: El análisis de los mercados de derivados sugiere una tendencia optimista para ETH, consolidando su posición como la segunda mayor criptomoneda.

Mirando hacia 2025
Ambas criptomonedas enfrentan un panorama prometedor, pero con retos asociados a la regulación, la adopción institucional y el contexto macroeconómico global. Para Bitcoin, el interés institucional y sus características deflacionarias podrían empujar su precio a máximos históricos. Ethereum, por su parte, se beneficia de su ecosistema robusto y su papel clave en aplicaciones descentralizadas.
Proyecciones:
- Bitcoin: Los analistas ven posible un precio objetivo de entre u$s120.000 y u$s150.000 en 2025, impulsado por la adopción institucional y la escasez de suministro tras el halving.
- Ethereum: Con una meta potencial de u$s5.000, su crecimiento dependerá del desarrollo de proyectos en su red y la expansión de aplicaciones DeFi y NFT.
Ambas criptomonedas se perfilan como actores principales en un mercado en constante evolución, consolidando su relevancia como activos digitales clave para el futuro.
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