
La guerra comercial entre China y la Unión Europea ha escalado tras los nuevos aranceles impuestos a los coches eléctricos chinos. En respuesta, China ha anunciado medidas que afectan especialmente a Alemania, incluyendo posibles aranceles a coches de gran cilindrada y restricciones a productos como el brandy y la carne de cerdo.
China contraataca: aranceles a coches de gran cilindrada y más
En una movida que amenaza con agravar las tensiones comerciales, China ha anunciado que está considerando imponer nuevos aranceles a los coches de gasolina de gran cilindrada provenientes de Europa. Este anuncio llega apenas días después de que la Unión Europea aprobara los aranceles definitivos a los vehículos eléctricos importados desde China, a pesar de las peticiones de países como Alemania y España para evitar esta medida. El principal objetivo de esta represalia son las marcas alemanas, como Mercedes, BMW y Volkswagen, que dependen en gran medida del mercado chino para sus modelos de alta gama.
El Ministerio de Comercio de China ha declarado que esta medida busca proteger los intereses de las empresas chinas frente a las políticas proteccionistas de la UE. Esto afectaría especialmente a los fabricantes alemanes que exportan coches de alta cilindrada a China, un mercado clave para el sector automotriz europeo.
Aranceles a productos europeos: brandy y carne de cerdo en la mira
China no solo está centrando su respuesta en los coches de lujo. El país ya ha impuesto aranceles temporales del 39 % al brandy importado de la Unión Europea, afectando principalmente a Francia, uno de los principales impulsores de los aranceles contra los coches eléctricos chinos. Marcas de renombre como Hennessy y Rémy Martin se verán afectadas por estas medidas, que Pekín justifica como una respuesta a la venta de brandy a precios supuestamente inusualmente bajos.
Además, las autoridades chinas están evaluando un aumento de los aranceles sobre la carne de cerdo importada de la UE, lo que impactaría gravemente a España, el principal proveedor de este producto en China. Solo en 2023, España exportó más de 1.223 millones de euros en productos porcinos al país asiático, lo que podría estar en peligro si las medidas siguen adelante.
El impacto en Alemania y las negociaciones en curso
La posible imposición de aranceles a los coches de gran cilindrada afectaría duramente a los fabricantes alemanes, que exportaron más de 1.200 millones de dólares en vehículos de alta gama a China el año pasado. Este mercado es fundamental para marcas como BMW y Mercedes, que dependen de las ventas en China para sus modelos más exclusivos.
Con las negociaciones aún en curso, el gobierno chino parece estar utilizando estas medidas como un mecanismo de presión para que Bruselas reconsidere su postura sobre los aranceles a los vehículos eléctricos. Sin embargo, la Comisión Europea mantiene su postura de que estas medidas son necesarias para mantener una competencia justa, y los aranceles están programados para entrar en vigor el 31 de octubre, con una duración de cinco años.
La escalada de la guerra comercial
El conflicto entre China y la Unión Europea ha alcanzado un nuevo nivel de tensión, con repercusiones que se extienden más allá del sector automotriz. Con los aranceles a los coches eléctricos ya en marcha, y China estudiando medidas adicionales, la situación podría empeorar si no se llega a un acuerdo en las próximas semanas. Las consecuencias para la industria europea, especialmente para Alemania, son significativas, y las conversaciones continuarán mientras ambas partes intentan evitar una guerra comercial total.
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