
La inteligencia artificial ya no es solo un tema tecnológico, sino un debate existencial sobre el futuro del empleo. Mientras Elon Musk anticipa un mundo sin trabajos obligatorios y con renta universal, Jensen Huang, CEO de NVIDIA, sostiene que la IA nos hará más productivos… pero también más ocupados.
El contraste entre ambas visiones refleja las tensiones de una sociedad que se enfrenta a una transformación histórica.
Musk y el fin del empleo tradicional
Elon Musk ha defendido en múltiples ocasiones que la automatización masiva traerá consigo “el final del trabajo tal como lo conocemos”. Su propuesta se centra en la implementación de una renta básica universal, un modelo en el que los ciudadanos recibirían ingresos elevados para cubrir sus necesidades, independientemente de si trabajan o no.
En este escenario, los empleos serían opcionales y la fuerza laboral estaría compuesta por robots humanoides, como Tesla Optimus, diseñados para realizar tareas de producción, logística y mantenimiento. Musk cree que este modelo abriría una etapa de abundancia sostenible, en la que el tiempo libre, la creatividad y la exploración reemplazarían a la lógica del trabajo asalariado.
Puedes consultar declaraciones de Musk en entrevistas recientes en CNBC y también en su intervención en la World AI Conference 2023, donde reiteró esta visión.
Huang y la apuesta por más trabajo, no menos
La perspectiva de Jensen Huang es radicalmente diferente. Durante una charla en la Stanford Graduate School of Business, el CEO de NVIDIA afirmó: “Me temo que vamos a estar más ocupados que ahora”. Según Huang, la IA no eliminará los trabajos, sino que los multiplicará y transformará, aumentando la productividad y creando industrias enteras que hoy no existen.
Su visión apuesta por jornadas más cortas, pero con mayor intensidad y eficiencia. Recuerda que cada revolución industrial redujo las horas de trabajo semanales, aunque nunca eliminó la necesidad de laborar. Para Huang, la inteligencia artificial permitirá liberar tiempo para ocio y viajes, mientras las empresas impulsarán la innovación con el apoyo de sistemas inteligentes.
Más información sobre la postura de Huang puede encontrarse en entrevistas recogidas por Reuters y en las conferencias anuales de NVIDIA GTC.
La inversión que acelera el cambio
Los datos reflejan que el futuro del trabajo ya está en construcción. El gasto mundial en inteligencia artificial alcanzó los 235.000 millones de dólares en 2024 y podría superar los 630.000 millones en 2028, según proyecciones de IDC.
Además, un informe de McKinsey & Company estima que hasta un 30% de las horas trabajadas podrían ser automatizadas para 2030.
Musk y Huang no solo opinan: invierten. Tesla avanza en el despliegue de robots humanoides, mientras NVIDIA se consolida como el fabricante clave de chips para sistemas de IA y robótica avanzada.
Dos visiones en disputa
La gran incógnita es cuál de estas visiones se impondrá. ¿Viviremos en un futuro en el que el trabajo sea un recuerdo del pasado o en un mundo donde la IA multiplique nuestras responsabilidades y redefina la economía?
Lo cierto es que la inteligencia artificial ya se perfila como el motor de la próxima revolución industrial. Y en ese escenario, más que elegir entre Musk o Huang, la sociedad deberá encontrar un equilibrio entre tecnología, productividad y calidad de vida.
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