
Aunque la Generación Z domina el mundo digital, un nuevo fenómeno conocido como Tech Shame revela que no todo es tan sencillo para ellos. Descubre por qué esta generación enfrenta dificultades al adaptarse a ciertas herramientas tecnológicas y cómo los prejuicios sobre su conocimiento afectan su desempeño en el trabajo.
La Generación Z creció rodeada de tecnología, lo que les permitió familiarizarse rápidamente con aplicaciones digitales y redes sociales. Sin embargo, esta ventaja no siempre se traduce en un manejo efectivo de herramientas de oficina. Estudios recientes han señalado que muchos jóvenes sienten inseguridad al enfrentarse a dispositivos tradicionales como impresoras y escáneres, lo que ha dado lugar al término Tech Shame. Este fenómeno no solo evidencia una brecha en su formación, sino también una presión social por cumplir con expectativas poco realistas.
¿Qué es el “Tech Shame”?

El Tech Shame, o vergüenza tecnológica, describe la incomodidad que sienten los jóvenes al no saber manejar herramientas básicas en un entorno laboral. Según un estudio de LaSalle Network, el 48% de los graduados en 2022 se considera poco preparado tecnológicamente en sus empleos. El problema radica en dispositivos como impresoras y escáneres, cuya complejidad sorprende a esta generación habituada a interfaces más intuitivas.
Por otro lado, un informe de HP reveló que el 20% de los jóvenes se siente juzgado por sus compañeros al no dominar estos dispositivos. En contraste, solo el 4% de otras generaciones comparte esta percepción. Este dato resalta un estigma generacional que afecta más a los jóvenes trabajadores.
Razones detrás del “Tech Shame”

La falta de conocimiento sobre dispositivos de oficina tiene varias causas, pero una de las principales es la creación de expectativas injustas hacia la Generación Z. Aunque esta generación creció rodeada de tecnología, su familiaridad está limitada a dispositivos con los que interactuaron durante su desarrollo, como teléfonos inteligentes y redes sociales.
Dispositivos como impresoras o escáneres, por el contrario, eran considerados obsoletos en el periodo en que esta generación creció. Además, el acceso a impresoras en el hogar disminuyó considerablemente en los últimos años, según datos de ventas de HP. Solo durante la pandemia hubo un repunte, ya que el teletrabajo obligó a muchas personas a adquirir estos equipos.
Otra razón es el diseño intuitivo de las redes sociales, que ha llevado a los jóvenes a esperar que toda la tecnología funcione de manera sencilla. Sin embargo, dispositivos tradicionales no siempre cumplen con esta expectativa.
El Tech Shame pone en evidencia que, aunque la Generación Z está inmersa en un mundo digital, esto no garantiza que tengan las habilidades necesarias para manejar todas las herramientas tecnológicas. Este fenómeno resalta la necesidad de formación adaptada a las demandas del mercado laboral y de un enfoque más inclusivo que considere las diferencias entre generaciones sin estigmatizar a ninguna.
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